DE LA REALIDAD A LA FICCIÓN
- D'Boleto
- 1 oct 2018
- 2 Min. de lectura
De un tiempo para acá, el mercado de los largometrajes basados en hechos reales ha ganado mayor terreno. Así, desde géneros como: drama, terror, épico, bélico, y otros, han tenido cabida en la cartelera incluso en más de una ocasión en lo que va del año.
Una lista, por nombrar algunos de los títulos de estas películas aclamadas por la crítica, son:
1. La matanza de Texas (1974)
2. Todos los hombres del presidente (1976)
3. ¡Viven! (1993)
4. Hombres de Honor (2000)
5. El Pianista (2002)
6. En Busca de la Felicidad (2006)
7. 127 Horas (2010)
8. La Gran Estafa Americana (2013)
9. El Desafío (2015)
10. The Post (2017)
Basta enlistar un “top ten” de nuestras películas preferidas y hallaremos al menos un par basadas en acontecimientos ocurridos en la vida real. De este enlistado no es ajeno el cine peruano que ha tenido a sus taquilleras, como “Asu Mare”, que promete divertir nuevamente al público con su tercera entrega este 22 de noviembre.
El listado es diverso, sin embargo estas cintas han tenido que atravesar, al igual que otras, ciertas dificultades al intentar recrear a personajes más parecidos al gusto y atractivo del público y que están lejos de resguardar fidelidad con el personaje de carne y hueso.
La exigencia por la veracidad
Si bien es cierto que los espectadores quedan contentos con el contenido de una película basada en hechos reales, también es cierto que cada vez anhelan más confirmar que aquello que se proyectó en una sala de cine guarde semejanza con el evento en el cual se inspiró la producción.
Así sucede hasta la fecha con la Saga del Conjuro por ejemplo. Debido a las escenas y el escenario, hay quienes van regularmente a visitar la casa que se usó como modelo para el largometraje.
¿Qué hay del trabajo periodístico?
Es un plus y en muchos rodajes es necesario e irremplazable, de ahí nacen películas como la que se estrenó este fin de semana, Utopía, una película dirigida por el periodista Gino Tassara y Jorge Vilela quienes buscaron reflejar lo mejor posible los hechos de la madrugada del 20 de julio del 2002.
La importancia de la narrativa podría explicarse con la gran acogida de aquellas películas centradas en el periodismo y la expectativa que suele tenerse en torno a ellas. Tal es el caso de una de las nominadas a los premios Oscar, The Post.
El secreto entonces para que el público quede enganchado a una cinta como estas, es simplemente lo prometido desde un inicio, una historia de la vida real.

Comments