El arte de hacer reír a un público
Las carcajadas son el mejor precio a un trabajo de meses.
El stand up comedy, o también conocido como el monólogo de la risa, es para muchos el arte de hacer reír al publico tocando temas en específicos. Desde temas como “el colegio” hasta el famoso “interpretación a la típica madre”, nos envuelven es vivencias que todos, en algún momento hemos vivido.
Cuando decidí ir por primera vez a un stand up comedy, no tenia ni la menor idea de lo que trataba y muchos lo que ocasionaba, con el estrés hasta en los pies, el mejor remedio que ningún enfermero te puede medicar, es desternillarse, o tan simple como una carcajada hasta llorar.
Sucesivamente decidí volver cada jueves, en ocasiones dos veces por semana, un tema diferente, pero como olvidar aquella vez donde hablaron de “los cobradores”, reflejaba todo lo que pasa cada vez que viaja en el bus. La historia contaba mi lucha constante para pagar el medio pasaje, la famosa señora pidiendo sentarse y en peor de los caos los odores de algunos personajes.
Meses después, decidí comenzar una especia de unipersonal, empezando desde la sala de mi casa, siendo mi gran sueño pisar el Teatro Municipal. Por lo menos a mis padres les gusto, el segundo paso eran mis amigos de la universidad, los comentarios fueron buenos, al principio tenia mucho miedo, pero las mejores cosas siempre empiezan con un poco de miedo. Lanzarme a la piscina fue el éxodo para romper mis propios esquemas. Mi reto había empezado y todo como juego, el sudor empezaba, y para ser sincera todo se me había olvidado, mi guion preparado fue eliminado de mi cerebro y una nube blanca cubrió todo.
Estando frente al público, todo oscuro, decidí presentarme y recordé lo que vi la por primera vez, no necesitaba una pauta, solo mi imaginación a flote, contar una experiencia de forma sarcástica, ocasionando una burla de mis misma. Cuando escuche la primera carcajada mis emociones estallaron y me dieron ese empujón para seguir.
Ya acabado el show, llore de emoción, recibí un ramo de flores, doce para ser exacta, donde cada una tenia un mensaje. Seguramente la mejor experiencia de mi vida, jamás comparada con otra, pero si vivida de la mejor manera. Mi unipersonal, empezó, y mi vida sin duda alguna cambio.
Por: Maries Tiznado
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